Simplifica tu negocio. Día 2. Heroísmo.

Un profesional valioso se ve a sí mismo como un héroe con una misión, no como una víctima.

Si me pidieran que predijera si alguien tendrá éxito en la vida, podría hacerlo haciendo una pregunta sobre la persona:

¿Con qué frecuencia se posiciona cómo víctima?

¿Qué quiero decir con víctima? Me refiero a: ¿Con qué frecuencia hablan de sí mismos como si no tuvieran el control de su vida o de su futuro? ¿Creen que el destino les ha dado mala suerte?

¿Creen acaso que otras personas son responsables de sus fracasos? ¿Creen que el mercado, el clima o los astros conspiran contra ellos para impedirles triunfar?

Si es así, no tendrán éxito.

A pesar de que la triste verdad sea que muchas personas son realmente víctimas, pues al fin y al cabo tienen opresores, la diferencia entre ser una víctima y un héroe es que la primera permanece en el suelo mientras que un héroe se levanta y triunfa contra todos los desafíos y opresores.

Nunca, jamás, dejes que nadie te desanime y te obligue a asumir el papel de víctima u que lo sigas siendo. Si te ves a ti mismo como una víctima, la gente se compadecerá de ti o se sentirá bien mientras intenta rescatarte, pero tú mismo desempeñarás un papel muy pequeño en esa historia.

Sin embargo, lucha por tu derecho a triunfar en este mundo y millones lucharán contigo. A la gente le encanta unirse a un héroe con una meta. Si observas a las personas de éxito, te darás cuenta de que la mayoría de ellas tienen una fuerte aversión a verse cómo víctimas. Y eso es bueno.

En las historias, la víctima es un papel secundario. Esta existe en la historia para hacer que el villano parezca malo y el héroe parezca bueno. Eso es todo. No crecen, no cambian, no se transforman ni reciben ningún tipo de reconocimiento al final del cuento. Y esa es una de las muchas razones por las que nunca quieres tomar el papel de víctima.

Cuando uso esa palabra en este contexto, realmente quiero decir "víctima" entre comillas, porque muchos de nosotros nos encontramos jugando a ser mártires aunque no lo seamos en absoluto.

Los profesionales competentes pueden enfrentarse a cualquier tipo de desafío (incluso a los injustos) y aun así encontrar la manera de ganar. Todos nosotros, de vez en cuando, somos tratados de forma injusta, pero son los héroes los que superan a sus opresores para cumplir su importante meta.

En la vida, el papel de víctima (y todos somos verdaderas víctimas a veces en nuestra vida) es temporal. ¿Qué hacemos cuando lo somos de verdad? Pedimos ayuda. Entonces reunimos la fuerza necesaria para volver a transformarnos en héroes.

Las víctimas no lideran la carga en la lucha. Ellas no rescatan a otros. No ganan fuerza y vencen a su captor. Sólo los héroes hacen estas cosas.

Te pido que elijas verte NO como una víctima, pues eso acabará con tu desarrollo personal. Si tienes un reto y estás tentado de verte como un mártir, recuerda esto: aquellos que viajan más lejos serán los que llegarán con más fuerza. Sigue peleando. No te rindas.

Confieso que la lucha por no verme como una víctima es una batalla constante. De hecho, la mentalidad de mártir es a menudo mi reacción instintiva. Ya sea al aceptar una crítica constructiva de un amigo u que un troll me vacile en Internet, tengo que recordarme que NO soy una víctima, que las hay de verdad en este mundo y que necesitan ayuda. Soy un héroe que intenta aprender y mejorar porque, como tú, quiero transformar el mundo para mejor.

Lo que debo hacer frente a los desafíos, entonces, es curar mis heridas y continuar con la lucha.

Tú también debes hacerlo. Tu misión es demasiado importante como para sufrir el destino de víctimas.

Hazte el héroe.

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